KAÛMA project

Si crees que porque solo lo sueñes va a llegar....Debo decirte que NO!... Los sueños deben trabajarse, los sueños deben lucharse, deben alcanzarse...¡No vale con decir sueño en que algún día llegaré a tal o conseguiré tal... CURRATELO! Porque de los sueños uno se despierta...


Rondaba el año 2019, mi segundo viaje a Tailandia...retrocedo... mi viaje de 2103 a la India fue un antes y un después en mi vida, en mí, en mi persona, en mi ser y en lo que sea que seamos... Venía de ser el típico chaval de nunca salir sin un pelo mal puesto a la calle, de tener mi armario ordenado por colores(tocs de trabajar en tiendas de ropa), de no llevar ni una mancha en mis zapatillas de deporte... Mi segundo viaje fuera de Europa y una chica que conocí en el avión Turquía-Delhi, me hizo una pregunta que nunca olvidaré, ¿Estás preparado para lo que vas a ver?


La India, ¿qué tiene ese País?, no es el País...es la energía, son las personas, es la felicidad sin tener una cuarta parte de lo que nosotros tenemos en el primer mundo (como la humanidad suele llamarlo), es la hospitalidad, él me lo quito yo para ofrecértelo a ti, sin nada a cambio, el darte cuenta de que al final del día te has pasado horas regateando cantidades que no nos cuesta ni el autobús a nosotros en España.

Recuerdo mi llegada, bajarme del taxi del aeropuerto en la estación central de Delhi y tener que coger una toallita de bebé perfumada para taparme la nariz...no era capaz de aguantar la mezcla de olores a heces...basuras...contaminación y zotal, parecía que únicamente yo sentía ese fuerte olor.

Una vez dentro de la estación esperando el primer tren para pasar la noche en él, me senté en una barandilla alta con los pies apoyados sobre el barrote más bajo y me dediqué a mirar... a contemplar a la gente, los niños, las mujeres con sus bebés en la espalda enrollados con telas, personas tumbadas en el suelo sobre cartones esperando la llegada de sus trenes...¿Y sabes qué? Todos sonreían!! Se les veía felices, o es lo que sus rostros demostraban...Ví que se podía ser feliz con lo necesario...Que tenemos demasiado y siempre necesitamos más porque no encontramos el sentido de la FELICIDAD.


Mi vuelta después de 18 días fue algo traumática durante una semana...hablaba lo mínimo y no pude explicar a mi familia hasta pasada una semana lo que llegó a ser mi experiencia, siempre recordaré la pregunta de mi madre...- ¿Pero como es? y mi respuesta fue...- No sé cómo explicartelo Mama, es como un mundo bajo Tierra, pero todo el mundo es Feliz. Esa fue mi respuesta con 31 años y habiendo sido mi primer viaje a un País subdesarrollado, en la actualidad puedo decir que fue el viaje de mi vida. Cambiaron mis hábitos, mi manera de ver la vida, en priorizar lo importante lo no tangible, lo humano, lo que realmente te llena como persona y te hace avanzar en las etapas de tu vida.


No me enrollo, vuelvo a 2019, Tailandia por segunda vez, más Filipinas y cuba a mis espaldas entre medias desde el primer Tailandia. Abril 2019 Koh Lipe, una pequeña isla al suroeste de la costa de Tailandia el lugar que decí para desconectar con mi amiga del estrés que llevaba 5 años soportando de mi negocio abierto en 2015. Decidimos viajar diferente a como lo habíamos hecho en otras ocasiones, no embarcaríamos maleta, llevaríamos lo necesario para estar playa, hotel, playa, hotel, algún entrenamiento diario y descubriendo sitios locales donde cenar.

A mí me rondaba la idea de organizar un retiro espiritual de conexión con un@ mism@, muy relacionado con mi filosofía de vida y mi negocio, pero no quería que fuese en España, mi idea era Bali. Durante esos quince días en nuestros momentos de libros, habitaciones de hotel y hamacas de playa, plasmamos en una libreta que compramos en un mercadillo local, un retiro de 7 días a Bali, actividades, comidas, excursiones incluso miramos lugares para la estancia, sería algo íntimo de máximo 15 personas.

Volvimos de Tailandia enfocados en eso, para poder realizarlo antes de verano del 2020. Ya en España seguimos hablando de ello e incluso decidimos ir a una convención de Yoga y minfullnes en Ibiza durante 4 días. Conocimos a personas que podían formar parte de esa experiencia...y esa convención fue la gota que dijo: Vamos a por ello!


Pero llegó Marzo del 2020 y nos encerró a todos en casa por un virus, "la pandemia", así que esa idea se quedó en una libreta, pero nunca se marchó de mi mente y de mi necesidad de llevarla a cabo...y de ahí surge Kaûma Project (Kaûma, Calma en el antiguo griego y el nombre de mi perra, la que consiguió traer la Calma a mi vida después de una pequeña depresión con la perdida de Coco y Piña mis perros durante 19 y 15 años)


Kaûma Project llega con la intención de hacer que el ser humano vuelva a encontrar la conexión con su ser, con la naturaleza, los animales, el sentido de lo frágil que es la Vida...volver a encontrar el significado de la palabra empatía, que pensé que la pandemia nos ayudaría a ser mejores seres humanos, mejores personas, pero lo que yo siento y lo que hablo con las personas que vibran en mi misma frecuencia es que la humanidad se ha vuelto peor después de lo que pasó en 2020. El Ego, pero no el quererse a uno mismo, sino el ser mejor que los demás, las redes sociales, la desconexión familiar, el consumismo sin sentido, la falta de empatía...para mí lo más impactante..."la ausencia de los "Hola" al subirte en un ascensor"....


Esta es la única historia por la que he llegado hasta aquí.....¿Quieres formar parte de ella?